Idiomas para niños

En SG KIds sabemos que tener una base sólida desde el inicio es fundamental para que nuestros hijos dominen perfectamente un idioma en su edad adulta. Nuestro objetivo es dar a los niños las herramientas necesarias para que puedan comunicarse en el mundo del futuro y convertirse en personas competentes en el uso de lenguas extranjeras.

Academia de idiomas para escolares en Barcelona

La excelencia en el servicio, personalizado, profesional y especializado son nuestras características; así como el trabajo en equipo, la innovación y la adaptación de las mejores metodologías de enseñanza.

En nuestra academia de idiomas para niños, respetamos las etapas naturales del proceso de adquisición de una lengua:

• Etapa cognitiva. El niño estará desarrollando su competencia al escuchar y al entender mensajes. Primero transcurrirá el período de silencio. Cuando el niño esté listo, comenzará a hablar.
• Etapa asociativa. El niño comenzará a utilizar la lengua con fines comunicativos, la atención se dirigirá a mejorar la destreza lingüística.
• Etapa autónoma. El niño será capaz de dar a la lengua adquirida un uso cercano al que dan los hablantes nativos en situaciones comunicativas.

La etapa cognitiva es la etapa de sensibilización hacia los idiomas extranjeros y se basa en técnicas de estimulación temprana. Se da en edades desde los primeros meses hasta los 2 años, aproximadamente.

La segunda etapa la constituyen los niños que van de 3 a 6 años. Los niños en estas edades tendrán una clase acorde con su edad y sus destrezas. La metodología permite que las actividades comunicativas de lengua se incentiven a través del juego, la canción y un sinfín de actividades lúdicas y dinámicas especiales para ellos.

La tercera etapa la constituyen niños que van de 7 a 12/15 años. Los niños en estas edades quieren retos, por lo que sus clases suelen ser retadoras, dinámicas y divertidas. La metodología de nuestro centro de idiomas para niños en Barcelona permite desarrollar las actividades de comunicación a través de situaciones de sus vidas cotidianas o bien imaginarias, proyectos que los involucren y variedad de juegos.

Los grupos reducidos, compuestos por entre 7 y 12 niños máximo, permiten al profesor trabajar con un número inferior de alumnos al de la escuela y, por tanto, obtener una base más amplia de conocimientos en los más pequeños y un mejor rendimiento de las clases en los grupos de edades más avanzadas.

Los grupos súper reducidos, compuestos por 6 niños máximo, permiten al profesor tener un mayor control sobre el progreso de cada niño y poder tratar de manera individualizada sus necesidades.

En SG Kids apoyamos a los colegios y a los padres de familia en la formación de sus hijos. Por un lado, damos a los niños las herramientas para comunicarse en el futuro; por otro, nos adaptamos a las necesidades de tiempo, espacio y dinero de nuestros clientes. Ofrecemos cursos de diferentes idiomas en horarios de mañana, mediodía y tarde, así como variedad de actividades divertidas para los niños y para que los cursos resulten atractivos.

La cantidad de horas que cada persona desee exponer a su hijo al idioma será su decisión. Los cursos se adaptan a las necesidades de los niños y en promedio cada curso oscila entre las 70 y las 110 horas de clase; es decir, aproximadamente 9 meses según la edad del niño.

Primero, se debe hacer una diferencia entre el concepto de aprendizaje y el concepto de adquisición.

El aprendizaje es un proceso consciente que se lleva a cabo para conocer la estructura de una lengua; por ejemplo, yo aprendo que del verbo "caminar", "camino" es la primera persona singular del presente de indicativo.

Mientras que la adquisición es un proceso subconsciente y sólo se logra creando un ambiente natural en la clase o en la casa. Es decir, con la adquisición el niño no puede hablar de las reglas gramaticales que ha asimilado, simplemente las ha interiorizado. Nosotros, como hablantes nativos de castellano o catalán, difícilmente podemos explicar las reglas gramaticales en nuestra lengua porque primero la adquirimos y después la aprendimos.

Desde unos pocos meses de edad hasta los 5 años aproximadamente, un niño es capaz de pronunciar y repetir todos los sonidos y las palabras que escucha en cualquier lengua.

No, tu hijo no se va a confundir ni en el proceso de aprendizaje de una lengua ni en el de adquisición, porque los niños asocian el nuevo idioma con un determinado contexto: la persona que se dirige a él, el lugar y el momento serán elementos claves para que el niño delimite el uso de la lengua. Tu hijo sabrá distinguir, por ejemplo, que con su mamá habla catalán en casa, con el papá habla castellano en casa y con la profesora habla inglés en la escuela.

La edad tampoco es una barrera para que el niño delimite el uso de las lenguas que conoce, pues tanto un niño de 2 años como uno de 5 puede hacerlo sin dificultad. Los adultos tendemos a subestimar la capacidad de los niños en edades tempranas y por eso nos maravillan sus logros y sus ocurrencias.

Lo que sí puede suceder es que a un bebé al que la madre le habla un idioma, el padre otro y vive en un medio donde se habla un tercer idioma, produzca o hable más tardíamente. Es decir, en vez de hablar al año y medio, posiblemente hable un poco más tarde y mezcle algunas palabras de cada idioma hasta que por sí solo y de manera natural llegue a separar los diferentes idiomas.

Para aprender otros idiomas no hay límite y estudiar a cualquier edad es posible. Sin embargo, estudios lingüísticos han revelado la ventaja que tienen los niños menores de 5 años a la hora de aprender un idioma. No es porque aprendan más rápido, como se ha creído, sino porque ellos adquieren el idioma. Después de los 6 años el proceso de adquisición es más rápido pero pueden aparecer otros inconvenientes. Por ejemplo, los llamados filtros emocionales son mayores en los niños de edad más avanzada. El filtro emocional es toda esa vergüenza, miedo y timidez que nos da expresarnos frente a otros en un idioma que aún no dominamos.

Desde antes del nacimiento, los niños ya realizan conexiones neuronales (sinapsis). Este proceso de conexiones dura hasta los 6 o 7 años, y después de esto ya no se crearán más circuitos de este tipo. Por eso debemos aprovechar este momento para conseguir la mayor cantidad de conexiones posibles por medio de la estimulación.

La respuesta es muy sencilla. A los niños les gusta jugar, entonces jugando se adquiere un idioma. Al crear un ambiente ameno, el niño será capaz de adquirir mejor la lengua objetivo porque la ansiedad o el filtro emocional que puede impedir la adquisición se ve disminuida.

Los padres son testigos de que la mejor forma de interesar a un niño en algún tema es jugando. Por ejemplo, si el niño tiene que aprender temas relacionados con la comida, en vez de que escriba todo lo que sabe sobre comida (que le resultará aburrido), sería más recomendable jugar con él a ser un cocinero y preparar un menú para ofrecernos. Esto quedará en su memoria más fácilmente porque se trata de una situación divertida que le provocó alguna emoción positiva.

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